miércoles, 24 de abril de 2013

RITMO TREPIDANTE EN PUNTA UMBRÍA


           La Feria de Sevilla no ha sido excusa para no competir este fin de semana. El buen tiempo y el entorno playero nos han animado a participar en la II Media Maratón Ciudad de Punta Umbría. Aunque estábamos convocados a la cita tres Legendarios, finalmente solo dos acudimos a Punta, José Viñas y quien os relata el evento, Saulo.
    Una media es una prueba que genera sentimientos encontrados. Por una parte, es una carrera asequible para casi cualquiera que haya entrenado, pero no deja de tener una dureza considerable, especialmente si el propósito es hacer una marca. Así que con estos sentimientos nos plantamos los dos corredores junto con el equipo de apoyo logístico, Lucía y Maribel.
    Tanto la hora de la prueba como el circuito parecen más diseñados para la afluencia de público que para la comodidad de los corredores. Tras una carrera corta de homenaje al 50 aniversario de Punta Umbría como municipio la competición comenzaba a las 11:05 discurriendo durante tres vueltas por un circuito urbano bastante aburrido, comparado con el increíble entorno natural de la localidad.
     Viñas acudía a la prueba vendado, aún resentido de un pequeño esguince sufrido el fin de semana pasado mientras “acompañaba” a su hermano durante parte del segmento de carrera a pie del Trisur, triatlón de distancia Ironman, durante 17 km. A pesar de ello su propósito era tentar su marca personal lograda en la Media Maratón de Córdoba e intentar rebajar la hora treinta. Servidor acudía con la idea de seguir a este Pegaso lo que pudiera y disfrutar de un entreno con más gente.
        Comenzamos la carrera y desde el principio José opta por rodar a un ritmo cómodo mientras que se calienta la musculatura y dejar para los últimos kilómetros la posibilidad de apretar. Un ritmo cómodo para él, se entiende. Porque a mi me tuvo con la lengua fuera desde el primer momento. Aunque el circuito era eminentemente plano, contaba con algunos repechos y falsos llanos en los que no dejó de regular, aprovechando también los llanos para recuperar fuerzas. Durante toda la carrera no tuvo problemas para animar a otros corredores y saludar a voluntarios mientras que a mi me costó responder con monosílabos y no perder el resuello

         Realizamos dos de las tres vueltas al circuito juntos, siguiendo sus indicaciones. Mantenemos un ritmo bastante constante y rápido por debajo de los 4’20’’ el kilómetro según los cálculos que íbamos haciendo. Durante la segunda vuelta quedó claro que habíamos encontrado el ritmo y que el tobillo de José no estaba dando guerra pero, en un gesto de generosidad que le honra como corredor y como persona, me siguió acompañando y no dejó de darme ánimos para no perder la cadencia buena que habíamos encontrado.
        Por otra parte, las chicas nos apoyaron desde las bicis a lo largo del recorrido. Agua, gel, plátanos, palabras de aliento…nuestro agradecimiento, sois las mejores! Los que corremos sabemos bien lo importante que es tener a alguien cerca durante la carrera para darte ese plus que te ayuda a dar la siguiente zancada, aunque las fuerzas estén flaqueando.


         Llegando ya a la mitad de la tercera vuelta, con solo cuatro kilómetros para llegar a meta, le volví a insistir a Viñas para que se descolgara (y así darme de paso un respiro). José se enganchó con unos corredores de Cartaya y, literalmente, vuela. Yo regulé un poco tratando de no perder mucho el ritmo mientras veía como se alejaba con facilidad, mientras que pensaba “yo de mayor quiero ser como tú”.
Cuando llegué a meta y me encontré a mi compañero, que me había sacado más de un minuto de ventaja, con lo que ya se había tomado su bebida isotónica y creo que hasta le había dado tiempo para ponerse la camiseta…qué bicho. Hizo 21km en 1h30m13s, a 4m18s (82,33 Puntos) el km, sin apretarse, puedo constatarlo. Yo acabo arrastrando las piernas con el crono marcando 1h31m32s, a 4m22s (85,05 Puntos) el kilómetro.
Para terminar, solo una pequeña reflexión, si ya es placentero competir un domingo por la mañana, lo es infinitamente más rodeado de gente como Lucía, Maribel y José Viñas…¡que se repita!

No hay comentarios:

Publicar un comentario